La educación ha sido objeto de múltiples discursos, que la han conformado como un campo disciplinario, articulado desde distintas lógicas discursivas, cada lógica ha desplegado, de modo diferenciado, los sujetos de la educación. Lo que ha dado como resultado, la construcción de un sistema complejo. Recientemente se le ha presentado como un sistema escolar que enfrenta nuevos retos imbricando cuidadosamente a la comunidad para un aprendizaje, siendo la Nueva Escuela Mexicana, en su propósito de brindar calidad en la enseñanza a través de tres áreas fundamentales: la comunicación, las matemáticas y las ciencias, esto en su trayecto de formación, es decir, a  lo largo de la vida académica de cada uno de los mexicanos,  fomentando una conciencia crítica, histórica y comunitaria en cada uno de ellos.

De tal manera que los desafíos, retos a los que se enfrentará el sistema educativo mexicano debe discutirse, siendo la tarea de este Congreso: pensar las nuevas condiciones y posibilidades. Pensar la educación, en las condiciones actuales, desde abajo y con profundidad reflexiva, hasta hacer ver un claro que permita conocer el camino que nos trajo hasta aquí y el que habría que seguir.

La tarea educativa sólo es posible en diversos y relacionados espacios intersticiados. Cada intersticio contiene: saberes, sujetos, símbolos y medios. Frente a la dislocación, la normalidad y las situaciones límite de los espacios sociales, comunitarios y académicos, estos intersticios adquieren distintos formatos. Pero nunca dejan de estar presentes, por eso la educación sigue siendo posible, como sustancia de un mundo dónde el ser humano supere las tensiones para vivir en armonía. Lo cual es posible, porque hubo un intersticio que pretende funcionar ante los retos de La Nueva Escuela Mexicana (NEM).

Saberes, sujetos, símbolos y medios siempre estarán presentes en el espacio social. Es importante que hagamos un intersticio dónde esta reflexión pueda ser equilibrada en beneficio de un sujeto capaz de situarse por encima de sus circunstancias.

Intersticio, como espacio de calidez, es una vía que posibilita la calidad educativa, de convivencia y vida, desde este espacio, intersticio, estamos obligados a llevar a los niños y jóvenes al saber, al medio y a los símbolos. La vida es la que debe abrirse camino, desde ella debemos partir para educar. Ambas vidas puestas en ese intersticio, relacionada con el medio, los saberes y los símbolos. La vida que inicia, a la que debe enseñársele como es el mundo. La enseñanza y el aprendizaje que se encuentran expuesta en la NEM, debe recluirse en esos intersticios, si queremos educar en las condiciones que se solicitan.

Cada cual pensará sus modos intersticiales de educar. Lo que justifica este congreso, es la multiplicidad de intersticialidades con las que hemos educado en tiempos por venir con la NEM.

Repensar los diversos discursos sobre educación desde la Nueva Escuela Mexicana que posibilita imaginar los tiempos por venir, para aproximarnos al conocimiento de las distintas perspectivas del futuro y de sus propuestas de educar.